Parece que últimamente solo leo a Premios Nobel (Mo Yan lo ganó en 2012) y es que a pesar de que no me fío mucho de ellos (por ejemplo uno de los últimos, Peter Handke, no me convence nada), sirven para descubrirte autores que de otra manera pasarían inadvertidos (por lo menos para mí).

He de admitir que a Mo Yan no lo conocía, pese a que había visto hace muchos años Sorgo rojo de Zhang Yimou que es una adaptación de dos de sus novelas, por lo que en este caso debo agradecer a los premios el haber encontrado este autor chino.

Como claramente dice el título, Una carretera en obras trata sobre la cuadrilla que está construyendo una carretera en algún lugar perdido de la china interior. A través de estos trabajadores incultos, salvajes, barbaros, nos va descubriendo un país en obras, que busca salir de esa China medieval, a una nueva. Eso sí, no deja de haber veladas (y no tan veladas) críticas al régimen, del que por cierto Yan es un dirigente.

El libro rezuma un ambiente hostil, salvaje, en el que lo único importante es llenar el estomago, sea a costa de lo que sea. La ley de la selva en la que triunfa el más fuerte. No escasean escenas desagradables, de una violencia básica, primigenia contra los animales, las mujeres y los propios compañeros. Eso sí, narrado con una prosa exquisita, descarnada, sin florituras, que transmite todos esos sentimientos que abundan en la novela.

El libro lo recomiendo a todos. Especialmente los que tengan un estomago a toda prueba, los que estén interesados en la China del siglo XX y en los Premios Nobel. Buscaré más libros de este autor ya que me he quedado con ganas de más.

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