No sé ni cómo ni donde me enteré de la existencia de Lucia Berlin, pero al que me la recomendara (ya fuera humano o blog) se lo agradezco infinitamente.

Lo primero que quiero contaros sobre esta escritora lo he leído a posteriori en la Wikipedia:

Tuvo una historia sentimental atormentada, alcoholismo, serios problemas económicos que solventó limpiando casas ajenas, problemas de salud, etc.

Y es que sus cuentos cortos reflejan su vida. Una noche en el paraíso es una colección de relatos cortos sobre alcoholismo, pobreza, maltratos, infidelidades, drogas, etc., contados de una manera directa, cruda, dura, sin anestesias ni artificios, pero con indudable maestría, en los que te hace sentir (y sufrir) todas las penalidades por las que pasó la autora en su vida.

Por eso merece la pena repasar un poco su vida. Nació en 1936 en Juneau, Alaska. Su padre era un ingeniero de minas que se trasladó con su familia por distintos yacimientos en Idaho, Kentucky y Montana, hasta que en 1941 se marchó a la guerra y ella con su madre y su hermana se trasladaron a El Paso (Texas) con sus abuelos maternos.​ Lucia Berlin describe a su madre en muchos de sus relatos como una mujer «fría, racista y alcohólica». En el cuento Silencio explica «como su madre prefería la botella a sus hijas». Al final de la guerra, la familia se instaló en Chile. Se casó a los 17 años con un escultor, que la abandonó cuando tuvo a su segundo hijo. En esa época, viviendo en Albuquerque, terminó sus estudios y conoció al poeta Edward Dorn, una persona clave en su vida. También conoció a su maestro, el escritor Robert Creeley y a dos de sus compañeros de Harvard, Carrera Newton y Buddy Berlin, ambos músicos de jazz. Fue cuando empezó a escribir.​

En 1958, se casó con el pianista Newton y firmó sus primeros textos con el nombre de Lucia Newton. En 1961, Lucía dejó a Newton y se marchó con sus hijos y con Buddy Berlin a México, donde éste se convirtió en su tercer marido. Según la biografía de Lucia Berlin, Buddy fue un compañero carismático pero también resultó ser un adicto a la heroína.​ Con él tuvo otros dos hijos, que nacieron en 1962 y 1965. Se divorciaron en 1968. Lucía nunca se volvió a casar. Tras divorciarse trabajó como profesora sustituta en la Universidad de Nuevo México.

De 1971 a 1994 vivió en Berkeley y Oakland (California). Con poco más de 30 años, Lucia dejaba tres matrimonios atrás y tenía cuatro hijos a su cargo. Sin profesión ni ingresos regulares, realizó numerosos trabajos: profesora de secundaria, recepcionista en un consultorio de ginecología, ayudante de enfermería en la sala de urgencias de un hospital e incluso limpiadora, aunque le costaba encontrar empleo porque las señoras, explica, desconfían de las candidatas «instruidas».

En 1991, ganó el American Book Award​ con Homesick. Pero su trabajo quedó olvidado durante años, hasta que en 2015 se publicó a título póstumo Manual para mujeres de la limpieza, un libro considerado como uno de los mejores del año por las principales revistas literarias.

En este libro me ha recordado en algo a Bukowsky (aunque he de reconocer que no leo nada suyo desde hace más de 25 años, lo tengo que releer para hacer una reseña) en cuanto a la temática (principalmente perdedores y marginados, como diría Charles: relatos de la vida real) aunque hay que reconocer que en cuanto al estilo no tienen nada que ver. Para mi Lucia Berlin es muchísimo mejor, por lo que recomiendo este libro a todo el mundo.

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