En marzo conocí a Nahui Olin, la primera artista multidisciplinar de México. Me la presentó Juan Bonilla a través de su novela La totalidad sexual del cosmos. Es evidente que no me dejó indiferente el relato, ni tampoco el personaje.
Si quieres , tú también puedes conocerla, porque ella es energía cósmica, un “yo” con función divina, uno más entre todos los “yo divinos” que conformamos el universo.
Es un ser excepcional. Una fuerza incontrolable presiona su interior, se aplasta contra su piel y amenaza con desbordarse. Su poesía de vértigo, su pintura de feria y pulquerías, su filosofía de vida se alimentan de esta magma, pero no consiguen liberarla de la opresión.
Aunque a veces piensa que ser mujer es como habitar con un microbio que te roba la vida, lucha contra ese estigma imponiendo su voluntad y desafiando las convenciones de la época.
Si aún no la has encontrado, búscala, porque
“Al que la encuentra
…
Se le expande
Dentro
Mi luz
Haciéndole amanecer
En un lugar
En el que siempre
Está amaneciendo.”