Tras un largo tiempo sin leer (más de un año, no digamos más), me regalan El Levante. La verdad es que al verlo me quedo prendado por la hermosa de la portada, la correcta edición y lo exótico que me sonaba leer un escritor rumano (creo que es el primer libro que leo de esa parte del mundo).
Al principio estaba bastante sorprendido con el libro, no acababa de entender muy bien de que iba, si una epopeya a lo Ulises, si era un libro social que luchaba por la expulsión de las fuerzas de ocupación extranjeras de Valaquia o si simplemente un mundo inventado por su autor.
Poco a poco me fue cansando, no sé si por mi falta de entrenamiento, o porque utiliza un lenguaje bastante pomposo, o sus múltiples referencias que te obligan a consultar constantemente las notas a pie de página, o que a veces sus juegos de artificio parecían solo eso.
Para preparar esta entrada, me leí el prologo de Carlos Pardo en el que nos da alguna pista:
Esto que lees aquí fue un libro de poemas de siete mil versos
También nos cuenta que Cartarescu no creía que este libro pudiera ser publicado ya que lo terminó poco antes de la caída del comunismo en su país, por lo que según el prologuista El Levante se puede considerar:
Algo así como un juego íntimo sumamente placentero y un ajuste de cuentas con la literatura realista del momento.
Para mí no ha sido sumamente placentero. Quizás no estaba preparado para encontrarme con un libro de poesía disfrazado de novela. O simplemente no estaba de humor para seguir las ilusiones de Cartarescu.
Reconozco que hay partes que me parecieron más interesantes y frases que quedaran en mi memoria:
Perezoso mortal, salva tu vida, cierra los parpados y ábrelos en otro mundo que está esperando ser creado por ti.
Si te gusta la poesía, la metaliteratura, Rumanía o buscas algo distinto, este puede ser tu libro. En caso contrario yo leería otra cosa.