Mi primer contacto con Bulgákov fue cuando leí hace unos años Corazón de perro, una curiosa novela breve en la que en la Rusia de los años 20, un famoso doctor implanta en un perro callejero parte de un cerebro y testículos humanos, haciendo que el perro se convierta en un bolchevique a las pocas semanas. Como podéis una curiosa novela llena de humor, crítica social y originalidad, que me gustó mucho, dejándome con ganas de leer alguna obra más de Bulgákov. Indagando por internet, descubrí que su obra más famosa es El maestro y Margarita, que incluso Le Monde la incluye en su lista de los 100 libros del siglo XX, en la que solo aparece otra obra más en ruso.
En la novela se distinguen tres historias principales. La primera, la aparición del Diablo (llamado Voland) y su extravagante séquito en Moscú, que culmina con una gran velada de magia que subvierte estrepitosamente los fundamentos y valores establecidos de la vida moscovita. La segunda es la historia de amor de un escritor al que el Estado impide publicar su novela (el Maestro) y una mujer casada (Margarita). La tercera es la historia que protagoniza Poncio Pilatos en los días del prendimiento y crucifixión de Cristo.
No quiero entrar a desvelar nada más de la trama, ni a comentar los simbolismos, paralelismos y sátiras que se esconden en esta obra. Baste decir, que como apunta J.M. Guelbenzu en esta reseña de El País:
La potencia simbólica de la novela se multiplica hasta la genialidad. Su poder de sugerencia y su multiplicidad de sentidos hacen de El maestro y Margarita un prodigio de invención literaria, de audacia expresiva y de perennidad.
Por mi parte debo reconocer que pese a que la novela me gustó, me costó bastante leerla. No sé qué me pasa con los nombres rusos que siempre me lío con ellos. Además tantas tramas entremezcladas hicieron que alguna vez me perdiera. También debo reconocer que dejé su lectura durante varias semanas, lo que pudo dificultar mi lectura.
El maestro y Margarita es un libro interesante. Muy recomendable para los que quieran conocer de primera mano los clásicos del siglo XX, para los demás no lo tengo tan claro.