Este libro es difícil de reseñar. Creo que ya he dicho esto en otras ocasiones, pero por razones distintas como que el autor era un clásico que a mí me parecía un bodrio (o al revés). En esta ocasión es porque Matadero cinco es una verdadera locura.
Según leemos en él, la intención del autor era escribir sobre sus experiencias en el bombardeo de Dresde durante la II Guerra Mundial, pero tenía miedo de que llevasen la historia al cine y que la interpretase una gran estrella y que los niños lo quisiesen imitar yendo a la guerra y las guerras no se acabasen nunca. Hasta ahí todo normal, pero todo se embrolla un poco cuando el protagonista, Billy Pilgrim, sufre saltos en el tiempo involuntarios y se convierte en una verdadera locura cuando es abducido por unos extraterrestres.
Como puedes intuir, Matadero cinco no es la típica novela. De hecho hay quien la califica como satírica, antibelicista, ciencia ficción o simplemente como una payasada, y muy posiblemente todas esas etiquetas son correctas. Lo importante es que es muy fácil de leer, es divertida, es distinta y te hace pensar. Está claro que la primera intención del autor fue escribir una novela antibélica, pero Vonnegut nos cuela otras ideas interesantes en Matadero Cinco como la futilidad existencial, el determinismo, la complacencia vital o la insignificancia del ser humano.
Para mí es una obra muy recomendable. No como ejemplo de la cumbre de la literatura americana del siglo XX, pero si como una fabula en contra de la guerra o una visión distinta (cómica) de un mundo en destrucción. Como bien se explica en la Plegaria de la Serenidad que se cita en el libro:
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
En estos tiempos de guerra viene muy bien leer este tipo de libros que ofrecen una visión diferente de la realidad, y que no esconde el sinsentido y la barbarie de la guerra.