Tengo la suerte de tener el santo y el cumpleaños en el verano, por lo que nunca me quedo sin lectura durante este tiempo gracias a la generosidad de familiares y amigos. Os lo cuento porque éste es uno de esos libros que para mi significó un gran regalo y reconozco que la única pega que le encuentro es que se me hizo excesivamente corto.
Cuentos mágicos y del intramundo consta de tres cuentos y 60 microrelatos de los que alguno no pasa de una página (a que ahora ya entendéis por que se me hizo muy, muy corto). Es un libro perfecto para leer en cualquier momento, ya que los microrelatos nos ayudarán a aprovechar cualquier pequeño momento de tranquilidad para leer una pequeña historia (alguna es de sólo una frase) aunque luego nos mantendrá pensativos por un largo espacio de tiempo. Y eso es lo que pretende el libro: hacernos reflexionar acerca del sentido de la vida, del ser humano como tal y de todo lo que lo rodea; nos lleva a estudiar cómo vivimos y asimilamos lo que pasa a nuestro alrededor y a analizar si en todo momento somos consecuentes con nosotros mismos y aceptamos la realidad de los demás, sin juzgar, aceptando nuestras y sus limitaciones y circunstancias.
Los tres cuentos son: “Memorias de un niño bombero”, “Loïe del cielo” y “La increíble mosca humana”. Tres parábolas con enseñanzas y meditaciones acompañadas de una buena dosis de gran literatura</strong>, siempre siguiendo el estilo del gran Alejandro Jodorowsky (pero sin ninguna referencia a su adorado tarot, gracias a Dios), simplemente como un pequeño viaje a través de nuestra conciencia. Y os aseguro que lo consigue con frases maravillosas en las que consigue resumir una gran historia, con esa forma de escribir que tan pocos escritores dominan.
En resumen, una de esas pequeñas joyas que a veces nos dejan disfrutar los magnates de la industria literaria.
Aunque lo haya hecho de forma inconsciente, al releer esta reseña me he dado cuenta de la cantidad de veces que utilizo la palabra “pequeño/a”, pero no lo pienso cambiar puesto que me supo a poco yme gustaría que no fuese un libro tan pequeño (en tamaño, que no en literatura).